viernes, septiembre 30
me acuerdo de una vez, hace mucho tiempo, cuando yo er aun tierno niño, la primera vez que vi un Colibrí. Antes, a finales de los 80/principios de los 90, habían unos alfajores (creo) que traían unos libritos eductivos. La colección era inifinita, pero yo tenía varios. Traían fábulas, historias sobre países, y datos sobre animales. Y los de los animales, me acuerdo perfectamente, eran mis favoritos.
Nunca fui un animal fan, pero ests sí me gustaban. Había sobre cabras, sobre sos, pero me acuerdo particularmente de dos: el del Ñu y el de Colibrí.
Yo le preguntaba a mi mama dónde iba a ver un Ñu, porque er un animal que verdaderamente me fascinaba; y ella, muy resolutiva, me dijo que no existían más. Eso me puso muy triste. Entonces le pregunté por los colibrís, y m dijo que esos sí vivían, y que estaban volando, dando vueltas por ahí, y que no era difcil verlos.
Eso me llenó de esperanzas, y a veces, por la calle, andaba mirando si no había alguno.
Claro, un dato que yo no olvidaba era que eran muy rápidos ("sus alas se movían a tanta velocidad, que no se veían" decía el libro, y eso, es más rápido de lo que cual niño pudiera imaginarse).
Un día, de verano, yo estaba en una pileta que había en el patio de mis abuelitos, jugando (seguramente) y vi una cosa verde que a toda velocidad se posó en los rosales. Me quedé completamente pasmado, mirandolo. Duro un segundo, pero fue... fue suficiente.
Salí de la pileta corriendo, chorreando agua, y entré al living. No había nadie. Todos dormía la siesta. Entonces, n poco trist por no tener a quien contarle la noticia de haber visto un colibrí, por primera vez en mi vida, volví a la pileta.
Me sentí verdaderamente triste; algien tenía que enterarse de mi alegría.
Y fue así, como estaba yo, sentado mojando los pies en la pileta, que todos se despertaron de la siesta. Mi mama salió afuera, a ver como andaba, y me besó la frente. Abrí la boca, estaba a punto de contarle sobre lo que había visto y cun feliz era ante ello, pero algo me detuvo. Por algún motivo, no dije nada.
El día sguio su curso, llegó la noche, y fue la hora de dormir. Mientras estaba en la cama, a punto de dormirme, volví al recuerdo del colibrí, hasta quedarme dormido.
Nunca más se me ocurrió decirlo. Hasta el día de hoy, no sé que me hizo callar, pero sé, que no decirlo, me dio tanto placer; me gustó tanto, casi tanto, como ver el colibrí.
Nunca mas volví a ver un colibrí
« it´s all about us..»
jueves, septiembre 29
hoy me crucè dos rengos en el rango de tres cuadras, ¿serà una señal?
« hasta que me olvides...»
miércoles, septiembre 28
y ahi estoy. Esta terminantemente prohibido pensar otra cosa de mi que no me guste. y así voy por la vida,
« vengo de comulgar y estoy en extasis»
martes, septiembre 27
Un pulover en el pisohoy hace muxo calor en puerto madero. Salir de la facultad hasta tomar el subte es un lujo que no me puedo dar. me quedo a la sombra y me prendo un cigarrillo. pasa alguien y me mira y sigue de largo.
Son esos momentos en los que no dudo ni por un segundo, que hubiera preferido eL CBC.
atte
gael.-
« we were young, we were free »